Javier Abadía recitando un poema del libro Bonita forma de morir de Txema Benítez.
MALDITO
Cuando la música termina
vuelvo a las escobas
los teclados, los ratones,
el plasma...
Ya no somos bailarines,
ya no somos cantantes,
ni acariciamos cuerdas
ni golpeamos las tablas.
Cuando la música acaba
por lo visto vuelvo a doler.
Sin yo quererlo vuelvo a dar
puñetazos estando maniatado.
MALDITO
Cuando la música termina
vuelvo a las escobas
los teclados, los ratones,
el plasma...
Ya no somos bailarines,
ya no somos cantantes,
ni acariciamos cuerdas
ni golpeamos las tablas.
Cuando la música acaba
por lo visto vuelvo a doler.
Sin yo quererlo vuelvo a dar
puñetazos estando maniatado.
Bien Abadía
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