Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera.
Yo conocí, siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel dorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!
Lo has hecho genial muy bien
ResponderEliminarLo has hecho genial muy bien
ResponderEliminarMe lo como!!!!
ResponderEliminarMe lo como!!!!
ResponderEliminarMuy bien recitado Miguel me encantado tu poema ehnorabuena
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